El futbol femenil aún no puede rebasar la barrera de los salarios insuficientes. Así lo refleja un estudio elaborado por el sindicato internacional de futbolistas profesionales (FIFPRO) y la Universidad Edith Cowen de Australia, publicado esta semana.

De acuerdo con dicha investigación, una de cada tres mujeres futbolistas profesionales en ligas de primera categoría alrededor del mundo necesita de un segundo empleo para poder sustentarse económicamente. El futbol no es suficiente.

El dato frío revela que el 27% de las futbolistas requiere de un empleo secundario para sostenerse en sus ingresos, mientras que el 36% se encontraba cursando algún tipo de estudios académicos o programa de educación formal.

La investigación de FIFPRO y la Universidad Edith Cowen consistió en una encuesta a 736 futbolistas procedentes de 12 países en los 6 continentes. El objetivo, menciona el documento, es “comprender el nivel de multiplicidad de empleos entre las futbolistas de élite de todo el mundo”.

Otros de los datos destacados es que el 71.9% de las futbolistas jugaba a nivel profesional y tenía contrato laboral remunerado, aunque el 60% tenía actualmente un empleo secundario con contrato no permanente. Además, el 20% tenía un trabajo secundario a tiempo completo y el 23% informó que se tomó una licencia sin goce de sueldo para cumplir con sus compromisos futbolísticos.

“El futbol de élite femenino ha experimentado una trayectoria exponencial, pero desigual, hacia la profesionalización en las últimas dos décadas. Sin embargo, el acceso a oportunidades profesionales no es consistente en todo el mundo, lo que significa que muchas jugadoras deben apoyar su carrera futbolística con una segunda fuente de ingresos”, mencionó Alex Culvin, jefe de Estrategia e Investigación de Futbol Femenino de FIFPRO.

“Este proyecto busca comprender la experiencia y las consecuencias de las diversas formas de pluriempleo que enfrentan los futbolistas profesionales, una situación que se ve agravada por la presencia de trabajos de cuidados, como el cuidado de niños y otros miembros de la familia, que a nivel mundial son predominantemente el trabajo no remunerado de las mujeres”.

Los países cubiertos en esta encuesta de FIFPRO incluyen a Australia, Botswana, Brasil, Chile, Fiji, Corea del Sur, México, Países Bajos, Nueva Zelanda, Nigeria, Estados Unidos y Suecia. Esto quiere decir que participaron jugadoras de la Liga MX Femenil.

Más de la mitad de las encuestadas (52.8%) respondieron que ganan menos de 4,999 dólares al año únicamente por jugar futbol (sin contar segundos empleos), pero la cifra más alarmante fue que el 73.9% ganaba menos de 19,000.

“Es importante que haya una inversión continua en el futbol femenino profesional, centrándose esa inversión en una calidad de empleo que permita que el futbol sea el foco de tiempo completo de las jugadoras, en entornos que apoyen su bienestar deportivo y general”, subrayó el jefe de Estrategia e Investigación de Futbol Femenino de FIFPRO.

“Es fundamental que arrojemos luz sobre los jugadores que tienen exigencias más allá del futbol, que experimentan desproporcionadamente el efecto de un mercado laboral que aún se está desarrollando; estos factores aumentan la probabilidad de perder talento en el juego”.